Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la hidratación se vuelve esencial para evitar problemas de salud como los calambres o el golpe de calor. Aunque beber líquidos es la recomendación más común, expertos citados por el medio Diario MX explican que mantenerse hidratado va más allá del consumo exclusivo de agua.
Contrario a la creencia popular de que se deben beber ocho vasos de agua al día, especialistas como el Dr. Negoianu señalan que la hidratación adecuada consiste simplemente en consumir líquidos hasta no tener sed, una necesidad que varía entre personas. Además, aseguran que el cuerpo no distingue entre las fuentes del líquido, por lo que frutas, verduras y diversas bebidas también cuentan.
Más allá del agua: opciones hidratantes
Las frutas con alto contenido de agua como sandía, melón, fresas, naranjas y uvas, así como verduras como pepino y apio, son opciones recomendadas. Estas no solo aportan líquido, sino también fibra, lo que genera beneficios adicionales para la salud.
Las bebidas como jugos, leche, té y café también contribuyen a la hidratación. A pesar de su contenido de cafeína, estas bebidas no deshidratan al cuerpo como antes se creía. Investigaciones recientes han demostrado que, especialmente en personas que consumen cafeína con frecuencia, su efecto es comparable al del agua.
Respecto a los alimentos salados, los especialistas aclararon que estos no necesariamente deshidratan, ya que el cuerpo responde produciendo hormona antidiurética (ADH), la cual ayuda a retener líquidos. Sin embargo, si no se atiende la sensación de sed tras consumir alimentos ricos en sodio, podría haber un riesgo. Sopas a base de caldo, encurtidos y aceitunas son ejemplos de alimentos que contienen sal y líquido a la vez.
En contraste, el alcohol sí afecta la hidratación al inhibir la producción de ADH, lo que lleva a una mayor pérdida de líquidos. Por ello, su consumo debe ser moderado, especialmente en días calurosos.
Recomendaciones
Finalmente, los especialistas recalcan que niños, personas mayores y quienes padecen ciertas enfermedades deben ser más cuidadosos con su hidratación. Para el resto de la población, confiar en la sensación de sed y consumir alimentos ricos en agua suele ser suficiente.
Como mencionó el Dr. Negoianu, encontrar el nivel adecuado de hidratación es un proceso personal, como en el cuento de Ricitos de Oro: ni demasiado ni muy poco, sino justo lo necesario.
