El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) negó categóricamente que su infraestructura tecnológica haya sido vulnerada recientemente, tras versiones periodísticas que retoman un informe del Inspector General del Departamento de Justicia de EU, en el que se sugiere que un grupo criminal habría utilizado cámaras de videovigilancia en la Ciudad de México para rastrear a un agente del FBI.
El organismo precisó que los hechos referidos en el documento estadunidense ocurrieron en 2018, durante los últimos meses del sexenio de Enrique Peña Nieto, “una etapa marcada por el ocultamiento de la presencia del crimen organizado y el encubrimiento de cifras reales de violencia, con picos históricos de homicidios dolosos”, indicó el organismo en una tarjeta informativa.
Desde entonces —aclaró el C5— “el sistema de videovigilancia ha sido profundamente transformado”.
De acuerdo con el organismo, coordinado por Salvador Guerrero Chiprés, “durante la administración de Claudia Sheinbaum, como jefa de Gobierno, se emprendió una modernización tecnológica sin precedentes que cuadruplicó la cantidad de cámaras en operación y estableció mecanismos de seguridad integral con redes segmentadas, credenciales jerarquizadas, autenticación multifactor, cifrado de datos y monitoreo constante para prevenir intrusiones.
Guerrero Chiprés subrayó que no hay evidencia institucional ni pública de alguna intrusión exitosa al sistema núcleo del C5 CDMX, “que opera con un sistema robusto y en coordinación con el Gabinete de Seguridad, en el cual actúan instituciones locales y federales”.
Agregó que el sistema de videovigilancia capitalino opera actualmente bajo protocolos estrictos de ciberseguridad diseñados por la Agencia Digital de Innovación Pública desde el inicio del gobierno actual, encabezado por Clara Brugada.
Además, hizo hincapié en que el propio informe estadunidense no especifica si las cámaras presuntamente manipuladas eran del sistema público o privado.
Finalmente, recordó que incluso organismos como el FBI han enfrentado ataques cibernéticos en años recientes —incluidos 2012, 2020, 2021 y 2022—, por lo que advirtió que ningún sistema informático está completamente exento de amenazas, aunque el de la capital del país cuenta con múltiples capas de blindaje para proteger la seguridad ciudadana y la soberanía tecnológica.
De acuerdo con un informe publicado el jueves, un hacker que trabajaba para el Cártel de Sinaloa, obtuvo registros telefónicos de un funcionario del FBI y usó cámaras de vigilancia de la CDMX, para ayudar a rastrear y asesinar a los informantes de la agencia, en 2018.
El incidente fue revelado en una auditoría del Inspector General del Departamento de Justicia sobre los esfuerzos del FBI para mitigar los efectos de la “vigilancia técnica ubicua”, un término utilizado para describir la proliferación global de cámaras y el comercio de almacenes de datos de comunicaciones, viajes y ubicación.