El viernes 4 de julio ciudadanos realizaron una marcha contra la gentrificación, la cual inició en el Foro Linderbergh del Parque México y derivó en actos violentos, agresiones a comercios, bancos, restaurantes y cafeterías totalmente vandalizados, mobiliario urbano dañado e incluso agresiones a peatones y clientes que consumían en cafeterías y fondas.
La delegación Cuauhtémoc emitió un comunicado en el que reporta daños en al menos 13 inmuebles, 7 estructuras de mobiliario urbano y más de 30 fachadas con grafiti.
Desde la noche del viernes y la mañana de este sábado se realizaron labores de limpieza por parte de cuadrillas de servicios urbanos, quienes apoyaron a los locatarios a retirar los cristales rotos, levantar la basura y materiales y se inició con la remoción de las pintas en las fachadas y mobiliario urbano.

Estas acciones tomadas por algunos grupos violentos que se sumaron a las protestas provocaron el repudio de algunos sectores de la sociedad, en redes social vinculan los hechos violentos con el partido Morena y la llamada cuarta transformación.
Acción Civil Mexicana pregunta en su cuenta de X quién está detrás de las protestas en la Condesa.
Los daños aún no se cuantifican. La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, afirmó en sus redes sociales y a través de un comunicado que “no está de acuerdo con la gentrificación y rechaza el fenómeno que excluye a la población de sus barrios, colonias y comunidades”.
Aseguró que el gobierno de la CDMX ha implementado acciones para que los jóvenes accedan a rentas asequibles y las familias trabajadoras puedan adquirir una propiedad con precios accesibles.
“Estamos destinando recursos sin precedentes para generar condiciones que permitan a las personas seguir desarrollando su proyecto de vida en su comunidad. Pero de ninguna manera avalamos la violencia como método para resolver conflictos”, dice el comunicado.