En recientes días se han hecho virales en redes sociales diversos casos sobre hombres y mujeres que se han visto envueltos en polémicas debido a las actitudes que han mostrado al enfrentar diversas situaciones. Sin embargo, ‘Lady Racista’, ‘Lady Patadas’ y ‘Lord Nutrisa’, como han sido apodados, han mostrado un comportamiento similar y se trata de la superioridad. Al respecto, la psicología explica cómo son estas personas y por qué tienen ese rasgo.
Para entender cada caso, detallamos cada uno: ‘Lady Racista’ se hizo viral por insultar a un policía de la Ciudad de México con palabras como “odio a los negros como tú”. En cuanto a ‘Lady Patadas’ se hizo popular en redes por enfrentarse en un estadio con otra persona y a modo de enojo colocó sus pies en la espalda de un hombre y no se movió de posición. Mientras que ‘Lord Nutrisa’ fue un hombre que discutió con una empleada de una heladería Nutrisa porque no quería colocar los ingredientes del helado de la forma que le indicó, por lo que le dijo “no es como tú quieras, es como yo te diga”.
Este Lord y las Lady dejaron ver en su personalidad rasgos de aparentar saber más, tener más o valer más que los demás. Aunque podría parecer un simple comportamiento, la psicología revela que detrás de esta actitud puede esconderse una estructura emocional frágil y profundamente herida.

Superioridad aparente, inseguridad real
Desde principios del siglo XX, el psicólogo Alfred Adler describió el llamado “complejo de superioridad” como un mecanismo inconsciente para protegerse de sentimientos de inferioridad. Según Adler, algunas personas construyen una fachada de grandeza como escudo ante inseguridades internas.
Este rasgo ha sido ampliamente estudiado por la psicología moderna, que lo vincula con patrones como el narcisismo, la baja tolerancia a la crítica y la dificultad para establecer relaciones auténticas.
“El complejo de superioridad es una máscara que oculta una profunda inseguridad”, explicó Alfred Adler.
Los signos de una personalidad con rasgos de superioridad
- Exageran sus logros y buscan constantemente validación.
- Reaccionan mal ante la crítica, interpretándola como amenaza.
- Desprecian o ridiculizan a los demás como forma de reafirmarse.
- Mantienen relaciones superficiales, basadas más en utilidad que en conexión emocional.

¿De dónde viene este patrón?
La psicología ha identificado orígenes emocionales profundos, infancias marcadas por la exigencia excesiva, la invalidación emocional o incluso la humillación pueden llevar a una necesidad crónica de demostrar superioridad. Algunas personas crecen con el pensamiento de que solo valen si son las mejores. Con el tiempo, esto se convierte como en un escudo psicológico que los protege, pero también los aísla.

¿Se puede cambiar?
Los expertos coinciden en que la terapia psicológica puede ayudar, especialmente si se trabaja en la raíz de la inseguridad, se desarrolla autoconciencia y se cultiva una autoestima sana, no dependiente del ego. El complejo de superioridad no es para nada raro, es un reflejo más de las múltiples formas en que el ser humano intenta protegerse del dolor. Entenderlo no significa tolerar el maltrato, pero sí abrir la puerta a la empatía y a los límites saludables.