Los colectivos de la diversidad sexual, plantearon que ante los recientes asesinatos de la “Sharis” y la “Vale”, en los municipios de Ahome y Juan José Ríos, los cuales consideran que tienen rasgos de odio, urgieron a la Fiscalía General del Estado su esclarecimiento y sean tipificados como delito de trasfemenicidio.
En la explanada de Palacio de gobierno, activistas de la comunidad LGBTQ+, colocaron las fotos de tres de sus miembros José Ernesto Imperial Mendoza, conocido como “Monse Imperial”, Rosse Guadalupe Quevedo Gastelum “Gueddelipy” y Lizbeth Berenice Valenzuela Pérez, que se encuentran en calidad de desaparecidos.
Los manifestantes evocaron el pasado 28 de junio, en una parcela agrícola del ejido Cinco de Mayo, del municipio de Ahome, fue localizado el cuerpo, de la transgénero, Ricardo Valentín “N”; menor de edad, conocida como “La Vale”, la cual había sido reportada trece días antes como desaparecida.

En ese caso, las autoridades judiciales tuvieron que practicarle estudios de genética forense, para poder identificarla, por lo que las características de cómo fue privada de la vida en forma violenta, se presume que se trata de una actitud de odio.
Tiago Ventura, del colectivo de la diversidad sexual “Sinaloa Incluyente”, citó que a este caso, se le sumó el reciente hallazgo del cuerpo “Rosario “N”, de 58 años, conocido como La Sharis, en el municipio de Juan José Ríos, el cual presentaba huellas de golpes.
El lunes pasado, amistades y familiares que acudieron a buscarlo a su casa, ubicada en la Calle Dos, entre Batequis y Aguacalientita, de Juan José Ríos, tuvieron que recurrir a un cerrajero para abrir la casa y encontrarlo muerto, con múltiples golpes.
Comentó que de los 28 casos asesinatos de miembros de la comunidad de la diversidad sexual que se tienen documentados en el estado, a lo largo de los años, solo uno de ellos ha sido resuelto, por lo que se pidió al gobernador del estado, Rubén Rocha Moya que de acuerdo a sus atribuciones solicite a la fiscalía agilizar su esclarecimiento.

Subrayó que no es posible dejar en la impunidad estos crímenes que tienen rasgos que se derivan de un odio a la diversidad sexual, lo que los coloca en un grave riesgo de sufrir algún daño, sin que los responsables reciban algún tipo de castigo.