Del 18 al 24 de julio de 2025, al menos siete policías fueron asesinados en México, de acuerdo con el reporte semanal de la organización Causa en Común. Los homicidios ocurrieron en los estados de Chihuahua (2), Guerrero (2), Hidalgo (1), Sinaloa (1) y Veracruz (1).
Con estos casos, el número total de policías asesinados en lo que va del año asciende a 232, lo que representa un promedio de uno por día. Esta cifra también implica un aumento del 30 % en comparación con el mismo periodo de 2024.
Los estados con mayor número de policías asesinados en 2025 son Sinaloa, con 33 casos; Guanajuato, con 26; Michoacán, con 23; Guerrero, con 21; y Veracruz, con 16. Estas cinco entidades concentran más de la mitad de los homicidios registrados este año.
En el acumulado del periodo comprendido entre el 1° de octubre de 2024 y el 17 de julio de 2025, Causa en Común ha documentado un total de 326 policías asesinados en el país.
La organización ha advertido de forma recurrente sobre los riesgos que enfrentan los elementos de seguridad pública y ha señalado la falta de condiciones mínimas de protección, equipamiento y apoyo institucional para el desempeño de sus funciones.
En un estudio realizado por la organización en torno a presupuesto, jornadas laborales, paros y manifestaciones de policías, asesinatos de elementos y los efectos de la militarización, se llegó a la conclusión de que los policías están expuestos a altos niveles de estrés, desprotección y riesgo, tanto por su entorno laboral como por la violencia estructural e institucional que enfrentan.

Radiografía de un retraso crónico
Entre los principales hallazgos de este trabajo, titulado Los policías en México: radiografía de un retraso crónico (2018-2022), se concluye que los policías en México operan bajo condiciones laborales adversas marcadas por bajos salarios, jornadas sin regulación, afectaciones a la salud, violencia y abandono institucional.
En 2021, los sueldos mensuales variaban entre 8 mil 651 pesos en Veracruz y $18 mil pesos en Quintana Roo, reflejando una amplia disparidad entre estados.
La jornada más común es de 24 horas de trabajo por 24 de descanso, aunque existen más de una docena de esquemas. El 44 % de los agentes trabaja más de 12 horas al día y al menos 5 % permanece acuartelado sin pago de horas extra ni tiempo libre.
Estas condiciones impactan en la salud física y mental: el 40 % de los elementos reporta afectaciones como insomnio, ansiedad, fatiga crónica, irritabilidad o ‘burnout’. En casos graves, se han documentado adicciones, incapacidades y suicidios.
Entre 2018 y 2022 fueron asesinados al menos mil 818 policías, un promedio de más de uno al día. Guanajuato, Estado de México y Zacatecas concentran la mayor parte de estos homicidios, más del 90 % de los cuales se mantenían impunes hasta la publicación del estudio, en 2022.
Los policías también enfrentan falta de equipo, seguros de vida y prestaciones básicas, por lo que se han organizado varias protestas para exigir mejoras en estos rubros, así como respeto a horarios y pago de bonos o aguinaldos.
A ello se suman denuncias de acoso laboral, discriminación y violaciones a derechos por parte de mandos superiores, especialmente tras la transferencia de agentes federales a la Guardia Nacional. El proceso de militarización ha debilitado a las corporaciones civiles, que enfrentan recortes presupuestales y estancamiento en su profesionalización.
Entre diciembre de 2018 y 2022 se registraron al menos 331 movilizaciones policiales por mejores condiciones laborales, muchas de las cuales fueron respondidas con amenazas de sanciones o despidos. Pese a las protestas, los problemas estructurales persisten, concluye el estudio.