Eduardo Lazcano Ponce, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), propuso una estrategia de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) para acelerar la erradicación del cáncer cervical en México, que a pesar de que solo se desarrolla en las mujeres, los hombres pueden contribuir de una manera significativa para eliminar la enfermedad en los próximos 30 años.
Durante su participación en el Seminario sobre Vacunas, organizado por el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la UNAM, el especialista propuso la vacunación de género neutro, es decir, un esquema dirigido a hombres y mujeres por igual.
Explicó que con este esquema se pueden suprimir las cepas 16 y 18 del virus del papiloma humano de alto riesgo (VPHar), lo que no solo aceleraría la erradicación del cáncer cervical, sino que también podría haber un efecto similar en otros tipos de cánceres atribuibles al mismo virus, por ejemplo, orofaringe.
Destacó que, a diferencia de las mujeres, los hombres tienen una prevalencia dos veces mayor de VPH en la región anogenital, por eso debe prevenirse como una amenaza para la salud independientemente del género.

¿Cómo sería la vacunación neutral contra el VPH?
El especialista indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que en 2030 las naciones hayan introducido la vacunación de género neutro, señalando que este modelo tiene un enfoque más ambicioso, ético y equitativo, ya que incluye a niñas y niños, en diversos contextos geográficos.
Sin embargo, enfatizó que debido a la heterogeneidad y baja cobertura de vacunación en otros países, es necesario generar alianzas regionales para desarrollar capacidades de implementación, pues se estima que cuando se alcance una cobertura de 75% de la población con vacunación neutral se pueda eliminar el VPHar en 30 años.
Resaltó que antes de la pandemia de covid-19, la meta impulsada por el organismo internacional era reducir hasta 30% la mortalidad por cáncer cervical para el 2030, para lo cual se necesita una cobertura de vacunación de 90% en mujeres antes de los 15 años; del 70% de tamizaje de alta calidad en las de 35 a 45 años; y 90% de cobertura de tratamiento y atención en aquellas con neoplasia cervical.
Destacó que México es uno de los que ha incorporado en el Programa Nacional de Vacunación la referente contra el papiloma humano, y ha adoptado esquemas alternativos que han probado su eficacia en niveles de inmunogenicidad de una dosis, en comparación con dos o tres.
Más adelante, Lazcano Ponce mencionó que el INSP realizó el estudioReduction of HPV16/18 prevalence in young women after eight years of three- and two-dose vaccination schemes(publicado en la revistaVaccine, en 2021), en el cual de 2012 a 2019 se evaluó el efecto de la disminución de la vacunación de tres a dos dosis, inclusive a una.
A un grupo poblacional de vacunadas en 2012 las volvimos a examinar casi ocho años después, utilizando muestras de orina para identificar la presencia de ADN del VPH.
En no vacunadas se detectó 6.8% la presencia de las variantes 16 y 18 (88 mujeres); en el grupo de quienes recibieron tres dosis hubo presencia del virus en 1.1% de los casos (93); mientras que en el conjunto de las que recibieron dos no se hallaron evidencias del virus (53).
Respecto a la respuesta inmune de una sola dosis, precisó que se observó que a 10 años de la inoculación es alta y duradera, pues el nivel de anticuerpos se mantiene constante después de alcanzar el pico máximo.
En cuanto a la presencia del VPH en nuestra nación, un tamizaje basado en el de alto riesgo (VPHar), de 2010 a 2018, en casi ocho millones de mujeres, mostró que no hay una modificación de la prevalencia; predominan los casos en el sur, particularmente en Guerrero, con menor presencia en el centro y centro norte, todos corresponden con la mortalidad por cáncer cervical.