El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró en julio una variación mensual de 0.27%, ubicando la inflación anual en 3.5%, su nivel más bajo desde 2020, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, la percepción de las familias mexicanas es distinta. En un sondeo de El Economista, los consumidores coincidieron en que “todo está más caro”, particularmente en alimentos y productos de la canasta básica.
“Ya no alcanza para nada”
Nancy Orduña, habitante de la capital, señaló que con 500 pesos “ya no alcanza para casi nada” en el mercado. Ha dejado de comprar carne de res y opta por pollo o cerdo, además de sustituir marcas por opciones más económicas. Rosalía Morales afirmó que ahora pregunta el precio de frutas y verduras antes de decidir su compra, eligiendo siempre productos de temporada.
Melina González destacó que la leche, el papel de baño y el huevo han tenido incrementos significativos, lo que la ha llevado a sustituir platillos con carne por alternativas más económicas, como nopales o huevo con salsa.
Otros, como André Campos, optan por paquetes familiares, productos a granel y cacería de ofertas para reducir gastos.
De acuerdo con el Inegi, los productos con mayores aumentos de precio en julio fueron el huevo, la vivienda propia, las comidas preparadas fuera de casa y el transporte aéreo. Entre los que bajaron de precio se encuentran el pollo, la uva, el aguacate y el jitomate.