Culiacán, Sin. (RI Noticias). – En un giro digno de una comedia de enredos, la Secretaría de Economía de Sinaloa pasó a formar parte de las estadísticas de robo de vehículos, esas mismas que, de acuerdo a gobierno federal y estatal, van a la baja gracias a los millonarios operativos de seguridad.
La mañana de este jueves, un Nissan Sentra 2023 de la dependencia fue despojado con violencia en el bulevar Pedro Infante, demostrando que ni los funcionarios se salvan de la delincuencia que presuntamente está bajo control.
La ironía es palpable. Mientras las autoridades estatales pregonan la eficacia de sus estrategias y la disminución de los índices delictivos, la realidad golpea de frente. Este robo, perpetrado en una zona transitada y a plena luz del día, pone en evidencia el fracaso de las costosas inversiones en seguridad. Al parecer, las fuerzas federales, estatales y municipales han tenido tanto éxito en sus operativos que ahora hasta sus propios autos son blanco de la delincuencia.
Este incidente no solo es un robo más, sino una cachetada con guante blanco a las promesas gubernamentales. El mensaje es claro: si ni las instituciones de gobierno pueden proteger sus propios bienes, ¿qué esperanza le queda a la ciudadanía? Mientras se montan operativos de búsqueda para recuperar el vehículo y se inicia una nueva carpeta de investigación, la pregunta queda en el aire: ¿será que el próximo comunicado oficial sobre la baja en los robos incluirá el hurto de una patrulla o del auto del propio secretario de Seguridad?