Septiembre de 2025 nos regalará dos espectáculos celestes imperdibles, aunque invisibles desde el país: un eclipse lunar total, famoso como “Luna de Sangre”, y un eclipse solar parcial que muchos llaman “Eclipse del Equinoccio”.
Ambos eventos connotan misterios y maravillas que conectan al ser humano con la inmensidad del universo.
El primero de ellos ocurrirá durante la noche del domingo 7 al lunes 8 de septiembre de 2025. Se trata de un eclipse lunar total en el que la Tierra interpondrá su sombra sobre la Luna, tiñéndola de un rojo profundo que le da su nombre popular: “Luna de Sangre”.
Su fase más impresionante tendrá lugar alrededor de las 18:52 UTC, con una duración total de la totalidad de aproximadamente 1 hora y 22 minutos.
Este fenómeno será visible predominantemente desde Europa, África, Asia, Oceanía y el extremo oriental de Sudamérica.
¿Se podrá ver desde México?

Lamentablemente para quienes observamos desde México, el eclipse no será visible: solo podremos seguirlo en transmisiones en línea.
Quienes sí puedan observarlo estarán invitados a contemplar cómo la Luna adquiere ese majestuoso y evocador tono rojizo, sin instrumentos especiales y con total seguridad a simple vista.
El segundo evento ocurre casi dos semanas después: el lunes 21 (o temprano el 22) de septiembre de 2025, se producirá un eclipse solar parcial.
Este fenómeno, que ocurre cuando la Luna cubre parcialmente al Sol, será observable en partes del Pacífico Sur, principalmente en Nueva Zelanda, donde se ocultará hasta el 80 % del disco solar, así como en zonas de Australia, la Antártida y algunas islas del Pacífico Sur. Nuevamente, desde México no será visible, pero hay opción de seguirlo vía streaming.
Quienes estén en regiones desde donde sí se podrán apreciar estos eventos cuentan con una oportunidad única: disfrutar de la Luna de Sangre sin riesgo alguno y presenciar el eclipse parcial solar con la protección adecuada —el uso de gafas certificadas para eclipses es imprescindible para evitar daños oculares.
Septiembre de 2025 no solo será un mes especial por sus eclipses, sino también porque invita a conectar con el vasto cosmos y reconocernos parte de su inmensa teatralidad.
Desde nuestro país, aunque solo sea a través de pantallas, podremos admirar estos rituales celestes que trascienden fronteras y nos invitan a mirar hacia arriba, hacia la maravilla compartida del universo.