Para todos los estudiantes, el primer día de clases es uno de los más importantes en sus vidas. En todos los niveles educativos se trata de una ocasión singular que combina emoción pero también estrés ante la expectativa de cómo será ese primer encuentro o reencuentro con las aulas y con los profesores.
Para los niños que ingresan a nivel preescolar o primaria, esta expectativa es aún mayor, pues llegan a conocer un mundo completamente nuevo; enfrentar las nuevas dinámicas y entornos, y adaptarse a ellas les demanda la habilidad de gestionar sus emociones de manera efectiva. Si tu hija o hijo están por entrar por primera vez a las aulas en este regreso a clases, te compartimos 5 consejos para ayudarles a lograrlo y que ese primer día sea exitoso.
Para que estos consejos sean efectivos, debes tener en cuenta que la comunicación clara, constante y honesta con tu hija o hijo es clave, de tal manera que puedas transmitirles la confianza y la seguridad que necesitan en la nueva etapa que está por comenzar.
No prolongues las despedida
De acuerdo con Lu’dea, una comunidad para profesionales de educación en la primera infancia, creada por educadoras mexicanas, acompañar a tu hijo hasta la puerta de la escuela está bien, pero si te quedas esperando hasta que llegue a su salón y ya no puedas verlo, aumentará su inseguridad y desconfianza, y que al verte tenga ganas de regresar a casa contigo. Dile con seguridad “nos vemos más tarde” y no prolongues el momento.
Evita las mentiras
Cuando dejes a tu hija o hijo en la puerta de la escuela, evita decirle “te voy a esperar afuera mientras sales”. En lugar de ello, platica con él antes de llegar a la escuela qué es lo que vas a hacer tú mientras él o ella estén en clases.
Llorar es normal
Es probable que cuando veas a tu hijo entrar a la escuela notes que está llorando. Mantén la calma y evita cuestionarle si piensas que algo malo sucedió, ya que puede confundir las situaciones; lo mejor es preguntarle cómo se siente, con ello le ayudarás a reconocer sus emociones.
“Es como cuando tú regresas al trabajo después de un fin de semana largo o unas vacaciones, es difícil readaptarse. Así lo está viviendo tu hija o tu hijo, pero en un primer proceso de adaptación“, apunta Lu’dea.
Enséñale a compartir
Puede suceder que tu hija o hijo sienta que, de ser el centro de atención en casa, pase a convivir con muchos niños y pocos adultos un espacio diferente, por lo que enseñarle a compartir, a ser empático y responsable de sus cosas en el ámbito cotidiano es clave.
No dejes de llevarlo a la escuela
Continúa llevando a tu hija o hijo a la escuela, aún si crees que llora mucho; si dejas de hacerlo con ese argumento, solo retrasarás su proceso de adaptación. “Continúa llevándolo y vas a ver que llora menos del tiempo que tú crees que está llorando en la escuela“.
Bonus: celebren juntos en casa el primer día de clases
Celebrar el primer día de clases es importante. Lu’dea recomienda hacer un ritual de bienvenida con peluches o con las cosas favoritas de tu hija o hijo, pero de manera modesta, sin caer en los extremos.
“Asistir a la escuela va a ser una parte fundamental de su desarrollo y tiene que considerarlo como tal. Entonces, no caigas en el sobrestímulo y felicítalo por haber tenido un excelente día”, señala.