CDMX (RI Noticias).-La senadora panista Lilly Téllez lanzó un contundente reto a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para que reciba a los líderes de la reciente Marcha por la Paz en Culiacán. Téllez actuó como anfitriona en el Senado para los ciudadanos sinaloenses que viajaron a la capital del país, buscando ser escuchados por el gobierno federal ante el recrudecimiento de la violencia en su estado, una situación que, se ha vuelto insostenible.
El pasado 7 de septiembre, más de 45,000 personas se congregaron en Culiacán, la capital de Sinaloa, para marchar bajo el lema “¡Ya basta!”. La protesta, organizada por la sociedad civil, fue una respuesta directa al aumento de la inseguridad y los actos violentos que han afectado la vida cotidiana de los sinaloenses, con miles de desplazados y empleos perdidos. La senadora Téllez utilizó su plataforma para amplificar las voces de estos ciudadanos, destacando la urgencia de su llamado a la paz.
“La reto, Presidente Sheinbaum, a que no le tenga miedo al pueblo, a los representantes, a los representantes del pueblo de Sinaloa que están aquí en el Senado y que tienen todo el derecho de exigirle a usted que ya ponga orden en Sinaloa. Además, es su obligación constitucional”. Téllez subrayó que el acto de recibir a los ciudadanos no sería un “gracioso favor,” sino un deber de la presidenta, quien, según la senadora, debe atender las demandas de paz y seguridad que el pueblo le exige.
Los organizadores de la marcha, incluyendo a madres buscadoras y líderes de organizaciones civiles, denunciaron el estado de abandono y burla por parte de las autoridades locales y federales. Enfatizaron que la situación ha provocado un colapso económico, con miles de empleos perdidos y una disminución en la matrícula estudiantil, y que los ciudadanos están “hartos” de vivir con miedo.
La petición de una audiencia con la presidenta Sheinbaum busca presionar al gobierno federal para que actúe de manera efectiva y ponga fin a la crisis de violencia que azota a Sinaloa, un estado que, se ha convertido en un “narcoestado” ante la falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades.