Mazatlán, Sin (RI Noticias).– El proceso legal por la desviación del Arroyo Jabalines, que involucra la zona de los fraccionamientos La Campiña, Los Laureles y Labastida Ochoa, avanza ahora ante la Fiscalía General de la República, informó el abogado Eduardo Murrieta, representante de la familia López Somoza, quien denunció tanto daños a la propiedad privada como riesgos latentes para los vecinos de la zona.
Explicó que el caso se ha presentado ante diversas instancias Protección Civil, Conagua y la Fiscalía General del Estado, y que ahora se lleva a nivel federal por las implicaciones ambientales y de seguridad que derivan de las intervenciones hechas sin estudios técnicos adecuados.
“El Ayuntamiento reconfiguró el cauce sin contar con autorizaciones ni estudios hidrológicos, lo que ha generado un peligro inminente. Hoy existe una especie de alberca de más de 100 metros de largo y cuatro metros de profundidad, donde juegan niños y hasta adultos cruzan el arroyo; si alguien cae ahí, muere ahogado porque es puro fango”, advirtió.
El abogado agregó que, además de los daños ambientales, se busca la reparación por afectaciones económicas al terreno, cuyo valor es elevado por su ubicación, y reiteró que el Ayuntamiento no ha mostrado disposición para alcanzar un arreglo.