La exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo aseguró que el expresidente Enrique Peña Nieto nunca tuvo interés real en gobernar México y que, durante su sexenio, cedió el control político a sus colaboradores más cercanos: Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, exsecretarios de Relaciones Exteriores (SRE) y Gobernación (Segob), respectivamente.
Dichas declaraciones forman parte del documental PRI: Crónica del fin, dirigido por la periodista Denise Maerker, que examina el auge y la caída del priismo en las últimas dos décadas. Ahí, Elba Esther Gordillo puntualizó que el gran error de Enrique Peña Nieto fue no asumir su papel de jefe de Estado; además, cuestionó que el priista simplemente no estaba preparado para dirigir a la nación.

Peña no estaba preparado para ser presidente: Elba Esther
Y es que el documental recuerda cómo Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México, construyó su candidatura presidencial a través de una estrategia mediática que incluyó su matrimonio con la actriz Angélica Rivera. Incluso, el propio expresidente confiesa frente a cámara que disfrutaba más el contacto con la gente en campaña que la vida política tradicional.
En paralelo, voces como la de Andrés Manuel López Obrador, entonces opositor perredista, advertían en 2012 que el exgobernador del Estado de México era un producto inflado por la mercadotecnia; no obstante, figuras como Carlos Salinas de Gortari reconocen en la serie que se trataba de un candidato formidable cuyo triunfo no resultó sorprendente.

Las palabras de Elba Esther Gordillo fueron:
“No quiso gobernar… Dejó el país en manos de Videgaray y en manos de Miguel Ángel Osorio Chong… Y ambos querían ser presidentes”.
El auge y la debacle del gobierno de Peña Nieto
Como se mencionó, PRI: Crónica del fin muestra que, tras la victoria de 2012, el entusiasmo cegó al partido; por un lado, Beatriz Paredes admite en la docuserie que el priismo no evaluó a fondo los factores de éxito y, una vez en el poder, se enfrentó a escándalos de corrupción, gasolinazos y frivolidad que terminaron por desgastar a la administración.
Incluso, el propio Peña Nieto reconoce que nunca pensó en dar continuidad a su proyecto, lo que para analistas y cuadros del PRI fue un error estratégico. Miguel Ángel Osorio Chong relata que tras la elección confiaba en que gobernarían varios sexenios más, pero la apertura a candidatos externos en 2017 desdibujó las opciones internas.

Finalmente, José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público (SCHP) en el gobierno peñista, fue el abanderado tricolor en 2018, sin lograr evitar la derrota frente a López Obrador. Con ello, se selló la debacle del peñismo y del Revolucionario Institucional como fuerza predominante en México.




