Culiacán, Sin. 8Rri Noticias).-El estado de las once presas en Sinaloa es favorable, con un acumulado general del 44.2% de su capacidad, lo cual es un indicativo positivo para la entidad. Esta información fue proporcionada por el director general del Instituto de Protección Civil en Sinaloa, Roy Navarrete Cuevas, quien destacó la importancia de las recientes y esperadas lluvias para la recuperación de los embalses. Este porcentaje es alentador y mejora la situación hídrica de la región.
La recuperación es notable en varias presas, con algunas acercándose o superando la mitad de su capacidad máxima. Por ejemplo, la presa Elota ya se encuentra al 89.9%, y la Gustavo Díaz Ordaz está al 64.1%. Otras como la Eustaquio Buelna y la Huites, que es la más grande, registran niveles del 58.9% y 58.7% respectivamente, mostrando una clara tendencia a la alza gracias a las precipitaciones.
El funcionario resaltó que el pronóstico de lluvias para lo que resta de septiembre, del 26 al 30, es muy bueno, lo que contribuirá a seguir incrementando estos niveles. Las precipitaciones más fuertes se esperan entre el viernes 26 y el domingo 28 de septiembre. Este panorama es esencial, especialmente en el contexto de la sequía que ha afectado a la región.
Como parte de la actualización sobre la situación hídrica, Navarrete Cuevas mencionó: “Nuestras presas ya están afortunadamente al 44.2% Conagua nos envía la información… el total es el 44.2% y vamos muy bien”. Además de la acumulación en los embalses, el director señaló un dato crucial: los municipios de Choix y El Fuerte salieron de la condición de sequía, un logro que no se veía desde noviembre de 2022, lo cual beneficia considerablemente al norte del estado.
Los niveles detallados en las demás presas varían, aunque todas contribuyen al promedio estatal: Sanalona al 55.4%, Guillermo Blake al 46.6%, José López Portillo al 41.6%, Adolfo López Mateos al 32.9%, Vínoramas al 31.1%, Miguel Hidalgo al 26.9% y José Fortiz al 23.8%. En resumen, la situación actual de las presas en Sinaloa es de una franca mejoría, impulsada por las lluvias y los pronósticos favorables, lo que permite un manejo más óptimo del recurso hídrico.




