Mazatlán, Sin. (RI Noticias).-La Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) ha convertido el regreso a clases en Mazatlán en una burla burocrática. A pesar de que la titular de la dependencia, Gloria Himelda Félix Niebla, aseguró el pasado 4 de septiembre que el daño en las 26 escuelas vandalizadas por robo de cableado estaría “resuelto” en cuestión de días, la realidad es que planteles como la Escuela Primaria Juan Carrasco siguen sumidos en la oscuridad y el calor.
La directora Olga Rueda confirmó que, tras el robo del 3 de agosto, su plantel continúa sin servicio eléctrico, obligando a 285 alumnos y 25 docentes a iniciar la segunda semana de clases a distancia, sacrificando la calidad educativa por la negligencia administrativa.
“De hecho, el 3 de agosto se metieron a robar a lo que son las instalaciones. Desde ese día se les hizo llegar, se hizo lo que es la denuncia correspondiente y la secretaría nos pidió todas las evidencias, se hicieron llegar las evidencias y a una semana antes de entrar, ISIFE nos hizo la visita aquí al plantel, hizo lo que es el levantamiento de daños y desde ese día se empezó la gestoría con lo que son las autoridades correspondientes y a su vez ellas sí nos han dado respuesta, pero nos dicen que tengamos paciencia ya que todo esto es un proceso”.
A pesar de que la escuela cumplió diligentemente con todos los pasos presentando la denuncia y entregando cada evidencia requerida, la SEPyC y el ISIFE solo ofrecen una palabra: “paciencia.” Argumentan que el proceso está estancado únicamente en la autorización del presupuesto. Esta espera no solo interrumpe el ciclo escolar, sino que ya ha tenido consecuencias graves, con varios menores presentando síntomas de deshidratación
El abismo entre el escritorio de los funcionarios y la realidad de las aulas se hizo evidente con la reciente declaración del jefe de Servicios Regionales Zona Sur de la SEPyC, José Juan Rendón. En un acto de absoluta desconexión, el funcionario llamó a las escuelas a hacer un “uso más responsable de la energía eléctrica” para evitar sobrecargas. Esta recomendación es un insulto directo a la comunidad de la Primaria Juan Carrasco, que carece por completo del servicio.




