Culiacán, Sin. (RI Noticias).-El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, afirmó que la reciente lluvia del pasado 11 de octubre, que impidió su asistencia a la inauguración formal del Cárcamo de Conapesca en la avenida Camarón Sábalo de Mazatlán, sirvió como la prueba definitiva de su efectividad.
El mandatario estatal declaró que si la obra no hubiera estado en funcionamiento, la zona, históricamente afectada, se habría inundado, validando así la inversión de aproximadamente 80 millones de pesos.
“40 hectáreas de Mazatlán traen agua a este lugar y la traen fundamentalmente por el drenaje pluvial, pero también rodando por las calles. Qué es lo que ocurría nomás llovía, como llovió el día que fui a inaugurarla que no la pude inaugurar a causa de la lluvia, que sí se inauguró a causa de la lluvia, si no estuviera este cárcamo nos hubiéramos inundado todos. Este nos costó del orden de 80 millones de pesos en esa parte, ya no se van a inundar”.
Agregó, que este proyecto, largamente anhelado por los mazatlecos, consiste en un sistema de cuatro bombas de origen europeo, las cuales fueron importadas y fabricadas específicamente para esta tarea, con la capacidad de desalojar todo el volumen de agua proveniente de las 40 hectáreas.
Además de la potencia de las bombas, el sistema fue reforzado con una planta de energía que asegura la operación continua del cárcamo en caso de un corte de luz, un suceso común durante las tormentas. Con esta intervención, el gobernador confía en haber eliminado un obstáculo histórico para el puerto, buscando que Mazatlán “siga siendo el puerto de éxito” al garantizar la transitabilidad y seguridad del sector turístico más importante de la ciudad.