Mazatlán, Sin. (RI Noticias).- El puerto de Mazatlán enfrenta una creciente ola de cancelaciones de reservaciones vacacionales, principalmente de ciudadanos del estado de Durango, a raíz de la desaparición del joven Carlos Emilio en un centro nocturno de la Zona Dorada. Esta situación ha sido confirmada por Evaristo Corrales, presidente del PAN en Mazatlán, quien también se dedica al negocio de rentas vacacionales, poniendo en evidencia las repercusiones negativas de la inseguridad en el turismo local.
Corrales lamentó profundamente que no se esté protegiendo el principal nicho de mercado turístico del puerto, el cual, desde la apertura de la carretera Mazatlán-Durango, ha mantenido lleno al destino los fines de semana con visitantes del estado vecino y de la Comarca Lagunera. La noticia de la desaparición, que ha trascendido a nivel nacional e internacional, ha generado “psicosis” y “alarma” entre los potenciales turistas.
El líder del PAN, basándose en su experiencia en el sector inmobiliario y de rentas vacacionales, señaló la afectación directa a su negocio. “Debo decir que a raíz de esta nota que trascendió más allá de Mazatlán, inclusive de los estados involucrados, hay psicosis, hay alarma, la gente la está pensando, inclusive se han empezado a recibir cancelación de reservaciones que ya se tenían”.
La falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades, particularmente en el tema de seguridad y justicia, abona al clima de incertidumbre que daña la imagen turística de Mazatlán. Corrales criticó la ausencia de la Secretaría de Turismo en la defensa del destino, permitiendo que la “publicidad muy negativa” se imponga, afectando la confianza del turista.
El llamado de Evaristo Corrales es a las autoridades competentes, incluyendo a la Fiscalía y a la Secretaría de Turismo, para que asuman su responsabilidad, trabajen para evitar que este tipo de tragedias ocurran y le ofrezcan al turista la garantía de que vendrá a un destino seguro, donde su integridad física estará a salvo hasta su regreso. La realidad actual de Mazatlán, afirmó, es que no ofrece esas garantías ni a sus habitantes ni a sus visitantes.




