En la actualidad, la jornada laboral no termina al apagar la computadora: correos, mensajes y notificaciones mantienen a muchos empleados en constante alerta. Este fenómeno, conocido como agotamiento digital, afecta cada vez más a los trabajadores y deteriora su energía y concentración.

Según Paul Leonardi, profesor de gestión tecnológica citado por Harvard Business Review, la sobreexposición a entornos digitales fragmenta la atención, eleva la carga cognitiva y genera un desgaste emocional continuo. Para enfrentar este problema, el especialista propone cinco pautas prácticas para optimizar el uso de la tecnología y preservar el bienestar laboral:
Reducir las herramientas digitales innecesarias
Usar demasiadas plataformas obliga al cerebro a cambiar constantemente de contexto. Hacer un inventario y eliminar aplicaciones redundantes puede liberar tiempo y energía mental.
Usar cada canal de comunicación según la tarea
Elegir el medio adecuado (correo, chat o videollamada) según la complejidad del tema evita malentendidos, fatiga y pérdida de tiempo.

Definir horarios y tiempos de respuesta
No todo requiere atención inmediata. Establecer reglas claras sobre cuándo responder mensajes disminuye interrupciones y mejora la calidad del trabajo.
Usar la tecnología con intención y límites
Antes de abrir una app o responder mensajes, conviene tener claro el objetivo. Esto ayuda a mantener el enfoque y reducir la sensación de saturación constante.
Promover periodos de concentración profunda
Reservar momentos libres de notificaciones y distracciones permite recuperar la atención sostenida, mejorar la productividad y disminuir la fatiga mental.

Leonardi destaca que el liderazgo también juega un papel clave: los jefes que respetan horarios y fomentan pausas digitales ayudan a construir una cultura laboral más saludable y eficiente.
 
  
  
 



