Ciudad de México. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo consideró “un primer paso” que el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, lamentara la injusticia cometida contra los pueblos indígenas durante la Conquista en su discurso de apertura de las cuatro exposiciones de arte precolombino en Madrid, La mitad del mundo: La mujer en el México indígena.
Al resaltar que es la primera vez que una autoridad del gobierno español habla de ello, la mandataria contó –como también lo hace en su libro Diario de una transición histórica– que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador le manifestó, ante su decisión de no invitar al rey de España, Felipe VI, a su toma de posesión: “no necesitas incorporar las discrepancias al gobierno, estás empezando, y le dije: ‘es que no lo hago porque usted me lo diga o no, sino lo hago por convicción’”.
Porque, planteó en el libro, “ningún presidente debe permitir que otro jefe de Estado trate con desdén al pueblo de México”, al señalar que “no solamente no contestaron la carta, muy diplomática y amable” que les envió el ex presidente, “sino que, además, hicieron una campaña en España contra López Obrador y la Cuarta Transformación”.
Señaló que la ofensa no sólo fue al ex mandatario, “sino también hacia toda la nación, al pueblo de México, y por eso tomé esa decisión”, además de que en su momento hubo “una narrativa bastante misógina” por apoyar la carta.
Sostuvo que “este agravio hoy empieza a saldarse” con el discurso de Albares, por lo que saludó el reconocimiento que éste hizo.
Tras exhibir en el Salón Tesorería de Palacio Nacional el video con las palabras pronunciadas por el funcionario de España apenas una hora antes, expresó: “enhorabuena por este primer paso del canciller”, particularmente en este Año de la Mujer Indígena.
“Es importante. Es un primer paso, y habla de la importancia de lo que siempre hemos dicho: el perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos. No es humillante, al contrario; reconocer la historia, reconocer los agravios, pedir perdón o lamentar, y recuperarlo como parte de la historia, engrandece a los gobiernos y a los pueblos”.
Sheinbaum Pardo también dio lectura al prólogo “Mujeres del maíz y del cosmos: arte indígena de antes y de ahora”, que escribió para el libro sobre las piezas que se exhiben, texto que además abre las exposiciones en Madrid.
Entre otras cosas, en él señala que “la Conquista no fue un encuentro entre iguales. Fue un proceso brutal, de violencia, imposición y despojo. Se intentó destruir no sólo territorios, sino culturas enteras, saberes milenarios, lenguas, modos de vida. Las mujeres indígenas sufrieron especialmente ese embate, fueron silenciadas, desplazadas, violentadas. Sin embargo, resistieron en silencio y en acción, en lo individual y en lo colectivo, en el telar y en la palabra, en el rito y en la comunidad”.
Menciona, asimismo, que “honrar este legado implica reconocer los abusos del pasado y del presente. La discriminación, el racismo y el desprecio hacia los pueblos originarios aún persisten. Erradicarlos es un deber ético si aspiramos a un mundo verdaderamente justo, donde todas las culturas, todas las lenguas, todas las personas, tengan el mismo valor”.
Ayer, la Presidenta resaltó que las exposiciones en Madrid surgieron de un proceso para hacer visibles a los pueblos indígenas en España, como parte de la solicitud de perdón que en su momento hizo López Obrador.




