Las recientes manifestaciones en Uruapan, Michoacán, se desencadenaron tras el asesinato del presidente municipal, provocando una marcada exigencia de justicia por parte de los habitantes de la localidad.
Ante estas movilizaciones, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó públicamente el tema y expresó: “El dolor, la indignación del pueblo de Uruapan por la muerte de su alcalde es natural”. Sheinbaum enfatizó que el presidente municipal era “un hombre muy querido por su comunidad”, y planteó la importancia de que las autoridades y el conjunto social mantengan una actitud receptiva frente a las manifestaciones que han emergido: “hay que ser sensibles a ella”.
Las declaraciones de Sheinbaum surgen como respuesta a la convocatoria difundida en redes sociales sobre una presunta manifestación organizada por miembros de la Generación Z. Tal llamado ha intensificado el debate sobre el clima de seguridad y la participación de los jóvenes en la protesta social, extendiendo la discusión más allá de los límites políticos hacia las dinámicas sociales emergentes en la región.
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