La creadora de contenido mexicana Mariana Grimaldi, conocida como La Niña Fresa en las redes sociales, confirmó que durante los últimos días buscó ser parte de la experiencia de “La Casita” donde se presenta Bad Bunny como escenario alternativo dentro del Estadio GNP de la Ciudad de México, pero tuvo una pésima experiencia.
Mariana dio a conocer que se contactó con una persona de la producción, quienes se encargan de dar entrada a este tipo de experiencias, a quien preguntó inmediatamente si había alguna clase de oportunidad para formar parte de La Casita, pues ella ya tenía comprado su boleto, pero quería ver más cerca al artista, dijo a través de una entrevista con TV Notas.
¿Qué pasó con Mariana Grimaldi?
Esta experiencia se tornó muy extraña cuando a través de diversos mensajes, comenzaron a solicitarle algunas fotografías con tonos sexuales o íntimos, pues el objetivo era que luego de que ella mandara estas imágenes, tendría una oportunidad de acceder a la famosa Casita.
“Oye, pero qué crees, necesito que mandes unas fotos sex… unas fotos ya sabes cómo”, fueron sus palabras
Grimaldi aceptó que la petición fue rechazada por ella misma, pues no estaba de acuerdo con lo que acababa de ocurrir, pero lamentablemente no se detuvo ahí la insistencia de la persona presuntamente encargada de los accesos, con quien inmediatamente cortó la comunicación de manera definitiva.
¿Qué es La Casita de Bad Bunny?
La Casita de Bad Bunny es el escenario secundario de su gira por América Latina. Se estrenó durante su residencia en Puerto Rico, pero no dudó en traerla a México para utilizarla en sus ocho conciertos dentro del Estadio GNP de la Ciudad de México en la sección Los Vecinos.
Lo que pasa en La Casita, es que es un escenario donde conviven sus bailarines, personas famosas invitadas, así como miembros del público elegidos por el propio cantante. Solamente se unen a una fiesta como si estuvieran dentro de una verdadera casa de los barrios de Puerto Rico.
Este lugar está pensado para ser una protesta por parte de Bad Bunny en contra de la gentrificación que ataca a todo América Latina, donde personas extranjeras vienen a vivir a los barrios baratos para gastar menos, pero cobran en monedas de más valor de países extranjeros, y todo empieza a ser mucho más caro debido a su llegada, desplazando poco a poco a los locales, haciendo que este tipo de casitas, precisamente, desaparezcan ante los departamentos o condominios.




