A poco de que inicie el año del Mundial y en un contexto marcado por la adquisición de nueva deuda para la remodelación del Estadio Azteca, ahora Estadio Banorte, así como por compromisos fiscales pendientes, Emilio Azcárraga Jean concretó una de las decisiones más relevantes en la historia reciente del futbol mexicano: la venta de casi la mitad del negocio que agrupa al Club América y su estadio.
La operación se realizó a través de Ollamani, empresa controladora de los activos deportivos, y fue informada oficialmente mediante un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores. El acuerdo se cerró con General Atlantic, un fondo descrito por la propia compañía como “un inversionista global líder”, lo que marca la entrada de capital internacional a la joya de la corona del imperio construido por Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre“.

Azcárraga vende casi la mitad del América y Estadio Banorte
De acuerdo con el documento enviado al mercado, la alianza se estructuró mediante la creación de una nueva entidad que será propietaria del Club América, del Estadio Banorte y de los terrenos adyacentes, conjunto que operará bajo el nombre de Grupo Águilas.
El objetivo de esta nueva estructura señala el comunicado, es acelerar la siguiente etapa de crecimiento e innovación del grupo, sin perder el control operativo del proyecto deportivo. En ese sentido, Ollamani conservará el 51 por ciento de participación accionaria, mientras que General Atlantic adquirió el 49 por ciento, lo que significa que casi la mitad del negocio queda en manos de un fondo global.

La transacción se basó en un valor empresa de 490 millones de dólares, sujeto a los ajustes habituales al cierre, incluidos aquellos relacionados con la deuda neta de Grupo Águilas. Asimismo, se informó que Emilio Azcárraga Jean continuará como presidente ejecutivo del nuevo grupo, manteniendo el liderazgo estratégico.
Azcárraga envía mensaje tras vender 49% del Club América
Tras hacerse pública la operación, Azcárraga Jean decidió dirigirse directamente a la afición americanista con un mensaje que buscó despejar dudas y reforzar certezas. Lejos del lenguaje financiero, el empresario apostó por un discurso emocional centrado en la identidad del club. Recordó que el América se ha forjado con títulos, derrotas y noches históricas, y aseguró que la alianza no busca transformar al equipo, sino fortalecerlo rumbo al futuro.
“El América de siempre, listo para el futuro”.

También destacó que la colaboración con General Atlantic y con The Kraft Analytics Group aportará herramientas modernas de análisis de datos y gestión deportiva, sin comprometer lo que calificó como innegociable: el ADN azulcrema.
“Este paso no cambia al América ni a su Estadio, los impulsa”.




