La jornada laboral en México ha estado históricamente ligada a la lucha de las personas trabajadoras, quienes durante décadas han exigido al Estado mejores condiciones de vida y de trabajo. En este inicio de Año Nuevo, una de las preguntas que más se repite es si en 2026 finalmente entrará en vigor la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.
Actualmente, México mantiene una de las jornadas más largas de la región, con 48 horas semanales, lo que evidencia un rezago frente a otros países de América Latina.
Ejemplos como Chile y Colombia, que desde 2023 aprobaron reformas para disminuir el tiempo de trabajo, han reavivado el debate sobre la urgencia de este cambio en el país.
¿La reducción de la jornada laboral entra en vigor en 2026?
Tras años de peticiones, movilizaciones y presión organizada por parte de trabajadores, el gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, informó en diciembre que en 2026 se reformará la Ley Federal del Trabajo para avanzar hacia la reducción de la jornada laboral.

No obstante, el cambio no será inmediato. La reforma contempla un proceso gradual, con el objetivo —según el gobierno— de permitir una adaptación ordenada tanto para empleadores como para trabajadores.
¿Cómo será la reducción de la jornada laboral?
El secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Marath Baruch Bolaños, explicó que la reducción se aplicará de forma escalonada mediante un calendario definido. La reforma entrará en vigor el 1 de mayo de 2026, fecha a partir de la cual comenzará un periodo de transición.
De acuerdo con el funcionario, este lapso servirá como un “periodo de adecuación para que empleadores y personas trabajadoras organicen, planeen y adapten sus procesos productivos a la nueva disponibilidad del tiempo”.
El calendario propuesto es el siguiente:
- 2027: reducción a 46 horas semanales
- 2028: disminución a 44 horas
- 2029: jornada de 42 horas
- 2030: consolidación de la jornada máxima de 40 horas semanales
El gobierno aseguró que esta modificación no afectará sueldos, salarios ni prestaciones. Además, la reforma incorpora por primera vez la prohibición de horas extra para personas menores de edad, reforzando la protección de sus derechos laborales.
Críticas y observaciones a la reducción gradual
La propuesta ha generado reacciones encontradas. Por un lado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) coincide con el planteamiento del gobierno mexicano. En su Recomendación 116, el organismo internacional sugiere que la reducción de la jornada laboral se realice de manera progresiva y sin afectar el salario de los trabajadores.
Sin embargo, el Frente Nacional por las 40 Horas rechazó la propuesta de reducir la semana laboral de forma gradual hasta 2030. El movimiento calificó la iniciativa como una “violencia contra toda la clase obrera” y sostuvo que la reducción debería ser inmediata o, en su defecto, avanzar hacia una jornada de 35 horas semanales si se aplica de manera escalonada.

El Frente también señaló que la iniciativa, impulsada desde la STPS, no representa un avance real y llega con casi un siglo de retraso respecto a las recomendaciones internacionales. Además, advirtió sobre la falta de supervisión, al señalar que actualmente solo hay alrededor de 600 inspectores laborales para vigilar el cumplimiento de la reforma.
Finalmente, la organización criticó que la política laboral continúe priorizando intereses patronales y sindicales, por encima de los derechos de las personas trabajadoras, y reiteró su exigencia de una reducción inmediata de la jornada laboral.




