Mazatlán, Sin (RI Noticias).- La agricultura en Sinaloa enfrenta uno de los escenarios más complejos de los últimos años, en un contexto marcado por factores climáticos, económicos y estructurales que han mermado la producción y la rentabilidad del sector. Así lo expuso el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), Jesús Rojo Plascencia, el cual advirtió la urgencia de una respuesta integral por parte de autoridades, productores y sociedad.
El dirigente agrícola señaló que la prioridad en la entidad debe ser fortalecer el tejido social en el medio rural y avanzar hacia una recuperación sostenida que permita elevar la competitividad del campo, garantizar el abasto de alimentos y revertir el deterioro de la seguridad alimentaria, particularmente en una región clave para la producción nacional como Sinaloa.
A su vez, Rojo Plascencia subrayó que es indispensable diferenciar los problemas inmediatos —como la definición de precios del maíz— de aquellos desafíos estructurales que requieren estrategias de largo plazo, entre ellos el acceso a financiamiento con tasas competitivas, la inversión en investigación y transferencia de tecnología, así como el impulso a la agricultura regenerativa para un mejor cuidado del suelo y del agua.
El Dato
De acuerdo con CAADES, 2025 se perfila como uno de los años más complicados para la agricultura sinaloense, debido a una sequía sin precedentes que provocó niveles históricamente bajos en las presas del estado. A ello se sumaron los precios internacionales deprimidos de los granos, derivados de una sobreoferta mundial, y el incremento sostenido en los costos de producción, especialmente en fertilizantes.
Este panorama impactó directamente en la superficie sembrada, que en Sinaloa se redujo alrededor de 35 por ciento. En el caso del maíz, cultivo emblemático del estado, la producción alcanzó apenas 2 millones 225 mil toneladas, cerca de una tercera parte de un ciclo agrícola considerado normal, lo que evidenció la magnitud de la afectación productiva.
En este tema, se dijo que pese al bajo volumen obtenido, la comercialización del grano también enfrentó dificultades, lo que obligó al gobierno federal a otorgar un apoyo extraordinario de 500 pesos por tonelada, limitado a 400 mil toneladas. Por su parte, el sector hortofrutícola logró mantener el abasto nacional y los envíos al exterior, aunque en Sinaloa el valor de las exportaciones cayó de manera significativa por los bajos precios en Estados Unidos y la aplicación de la cuota compensatoria al tomate.
2026, un año que busca evitar barreras comerciales
De cara a 2026, CAADES anticipó retos de gran calado para el campo sinaloense, entre ellos la posible revisión del T-MEC y la necesidad de evitar nuevas barreras comerciales que afecten las exportaciones. El organismo insistió en la urgencia de ordenar la comercialización de granos y construir, en el caso del maíz, un esquema de precio garantizado con la participación de gobierno, productores y compradores.
Finalmente, Jesús Rojo Plascencia llamó a destrabar pagos pendientes de ciclos anteriores y a fortalecer una política pública agrícola con presupuestos suficientes y acuerdos amplios. Sostuvo que solo mediante el consenso y la unidad del sector será posible reducir la dependencia de importaciones y enfrentar un entorno de alta incertidumbre que hoy pone en riesgo al campo de Sinaloa.
“El futuro del campo mexicano solo puede asegurarse mediante una política pública construida con consenso, sin exclusiones ni imposiciones, que fortalezca la unidad del sector en un entorno de alta incertidumbre”, concluyó.
